390 rosas por las víctimas de la caza furtiva

Hay algo de ritual en esta obra: el proceso de hacer una por una cada rosa de esta alfombra por cada muerte, causadas simplemente por un fin trivial como es la decoración.

La sangre y lo funeral

390 rosas por las víctimas de la caza furtiva
390 rosas por las víctimas de la caza furtiva, hechas a mano, una a una. Considero que lo más significativo de esta obra es el proceso de crear todas esas rosas de forma manual, para representar el luto y el dolor por la muerte de todos esos animales que son asesinados por meros fines económicos y estéticos. Cada una de las rosas en la alfombra tiene una doble simbología. Por una parte, la rosa como símbolo de luto, de amor eterno y homenaje a cada una de las víctimas de la caza furtiva. Por otro lado, ese color rojo evoca la sangre que es derramada para conseguir un simple objeto de decoración. Quise explícitamente que estas rosas no fueran naturales, sino de un material que permaneciera en el tiempo.

Además utilicé fieltro por ser un tejido, algo de lo que están hechos los animales y las alfombras. Y a la vez, para poder desarrollar cada una de ellas de forma individual.

 

No solo escogí diferentes colores de fieltros para trabajar con ellos, sino que además muchos de ellos los teñí para obtener las tonalidades y gradaciones que estaba buscando en el resultado estético de la obra.

390 rosas por las víctimas de la caza furtiva
390 rosas por las víctimas de la caza furtiva